Pienso,
luego sufro
Paula Giménez Martínez, 3º ESO
Llueve, llueve, llueve como si las nubes
sintiesen su dolor, como si las calles de Berlín fuesen su alma, la cual poco a
poco va pisando, despedazando, mojando y destruyendo.
¿Que por qué está así? Es muy sencillo.
Piensa, piensa demasiado, es inteligente y ve cosas que la gente no ve. Ve la
pobreza, ve la destrucción, ve el hambre, la guerra, la hipocresía, la maldad;
ve cómo el mundo va poco a poco siendo destruido por seres que la necesitan
para vivir. ¿Tendría algún sentido quemar tu propia casa? ¿Y romperla? ¿Tendría
algún sentido ir poco a poco destrozando las paredes? No, no lo tendría;
entonces ¿por qué, por qué los humanos maltratamos tanto el mundo que nos da la
vida? ¿Por qué? ¿Por qué no pensamos?
Por eso sufre, y es que no entiende por
qué.
Y lo peor es que no es algo ajeno, es algo
que sucede en su propia vida, ¡en su propia casa! Su madre tira las colillas al
patio de su casa, su padre deja la basura al lado del cubo, ni se molesta en
meterla dentro; y sí, pueden parecer cosas simples, mundanas, pero ¿y si no
fuese así?, ¿y si cambiasen las cosas? Siempre que lo piensa sus ojos se
iluminan y la esperanza llega y empieza a ver las cosas buenas. Por la lluviosa
calle de Berlín parece que algo resurge de sus cenizas y comienza a ver cosas
buenas, pero siempre, siempre, siempre ocurre lo mismo, la tragedia llega, los
pensamientos resurgen y todo porque alguien, hombre o mujer, niño o niña, tira
algo al suelo: un cigarrillo, un papel, ¡incluso un chicle!, y la desesperación
renace y vuelve a su angustia.
Continúa andando en busca de alguien,
alguna persona que le salve de esta amargura que le come por dentro, pero no
hay nadie, nadie que pueda salvarla de la realidad.
Entonces se detiene un momento y piensa,
sí, piensa más y se pregunta: ¿por qué ahora?, ¿por qué antes no se daba cuanta
de estas cosas?
En su niñez todo estaba bien, no pasaba
nada si la gente hacía cosas malas, nunca pasaba nada, todo era perfecto y…
¿por qué ahora?, ¿por qué sufre?, ¿se habrá explotado la perfecta burbuja en la
que vivía? Eso parece…
Y ¿cómo es posible que nadie más lo vea?;
espera, ¿nadie más lo ve? La locura llama a su puerta y no puede más, no
aguanta más. Va a explotar de un momento a otro, entra en un bucle, lo mismo de
siempre, y tiene que gritar, lo tiene que soltar, y…
Grita.
De repente la calle tranquila de Berlín se
gira a observarla…
¿Cómo puede ser que con tan solo 15 años
vea las cosas tan obvias que la gente ignora?
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