No sin mi
hijo o Porqueyolovalguismo
Díptero impertinente y La niña lluvia
Bata blanca,
bajalenguas, fonendoscopio, carrito de niño.
—Buenos
días, doctora.
—Adelante.
Buenos días.
—Ehhh…
Pero… me toca a mí, ¿verdad?
—Sí.
—Ah. Creí
que había alguien más aquí… por… el niño…
—No. No se
preocupe. Es mío. Es que le toca en unos 5 minutos.
—Ah… ¿Vengo
luego entonces o…?
—No, no,
dígame. ¿Qué le ocurre?
—Buahhh.
—Chsss,
bebito, chsss.
—Pues nada.
Sigo notándome…
—Buahhh.
—Ya va, ya
va mamá… Siga, siga.
—Digo que
sigo notándome el ardor en la gargan…
—Buahhh.
—Venga,
toma, venga, a chupar la comidita, cariño.
—Bu.
—Perdón. Me
salgo y vengo luego.
—No, no.
—Sí. Si me
quedo en la puerta y ya está.
—Decía que
le ardía el estómago...
—Bueno, que
me sigue ardiendo…, que me recetó hace dos meses omeprazol pero no desaparece
esto.
—Habrá que
probar… Añadamos Almax después de
cada… ¡Uy! ¿Me alcanza la toallita esa, por favor? Es que…
—Sí, sí,
por supuesto.
—Es que si
me muevo un poquitín ya…
………………………………………………………………………….
—¡Adelante,
pasen!
—Hola,
Buenas tardes.
—Buenas tar…
¡Uy!, perdón, esperamos a que acabe con esa familia.
—No, no.
—Vamos,
Pedro, sal.
—No, no. No
hay nadie, os toca a vosotros.
—¡Ah! Pero
¿el niño?
—No te
preocupes, es mío.
—¡Ah! ¡Uy,
qué pequeñito y guapo! ¿verdad, Pedro?
—¿Eh? Sí.
Sí…
—Sentaos.
—Bueno…
—Vosotros
diréis.
—Sí, bueno,
eso… A ver, veníamos por Juanillo. No sé si te han comentado que…
—Muahhh.
—Chsss, ya,
ya, mami está aquí.
—Entonces,
nada, eso, que el año pasado le… le…
—Espere un
momento que le limpie, ¡uyyy…! Es que… ha tomado hace poquito…
—¡Pobrecito!
¡Ay qué mono!, ¿verdad, Pedro?
—Sí, sí.
—A ver, que
te cojo, granujilla… Ven aquí con la mamá que te quite esos gasecillos… Sigue,
sigue…
—¡Que le
acosaban! Pedro, es que eres muy lento y te vas por las ramas.
—Porque el
año pasado nos dijeron que cuidado al decir esa palabra porque estamos hablando
ya de cosas graves…
—Grrrk.
—¡Muy bien
cariño! Venga otro… Pues aún no me han informado porque acabamos de empezar,
como quien dice. Son los primeros padres que vienen…
—Grrrk.
—¡Ay,
Pedro!, ¿no te dan ganas de tener otro…?
—…
—Y ¿se lo
lleva también a clase?
………………………………………………………………………….
—Ding dong.
—Hola,
buenas tardes.
—¿Qué? A
ver, cógeme la puerta que saque el carro del ascensor.
—Uy, no me
asuste, solo es el desagüe. ¿Tan grave puede ser?
—¿Eh? No.
Es el carro del niño… Ala, pa’dentro.
—Ah…
—Bueno,
está durmiendo, así que por favor… si hacemos poco ruido te lo agradezco…
—¡Claro!
Mmmm, desconectaré el móvil y…
—¡Mejor!
Bueno, es este de aquí, ¿verdad? A ver, llave, giro… Esto ya está sacao, voy a
limpiarlo…
—Pues sí
que estaba sucio, ¿no?
—¿Sucio?
No… Lo que hueles es el pastelaco del niño… Como su padre. Si hace algo lo hace
bien hecho, con profundidad, como dicen los licenciados, ¿eh?
—Hum…
—¿Tienes
hijos?
—¿Yo? Bue…
—¡Ala! Pues
cógelo y me lo cambias y así acabo antes…
—Es que… yo
no…
—¡Anda,
anda! Deja, que sois unos tisquismiquis, ¿eh? Deja, ven aquí y aguántame la
llave, ven…
—…
—Así,
aguanta fuerte, ahí… A ver mi chiquitín… Pero ¿qué llevas ahí dentro? Madre mía
cómo huele, ¿eh?
—Parece que
sale un poco de agua…
—Aprieta
fuerte, hombre, gira, gira…
—Ya…
—Más, más…
A ver, el pañal lo tenía por aquí…
—¿Me quito
ya?
—No… Mira,
ya que estás ahí… Baja ya las manos… Es que no veo el pañal, ¡cojones! Mira,
coge la del 7.
—¿El qué?
—La llave
del 7.
—No sé cuál
es.
—Ay, estos
señoritos, ¿eh? Que no sabemos las llaves… Mira, esa que lleva una banda
amarilla… ¡Esa! Ponle la arandela también que está en el suelo y aprieta todo
lo que puedas.
—Muahhh…
—Ay, mi
niño fuertote… ¡El día que te comas una fabada…!
—Cierto,
cierto…
—¿Eh?
—No, nada…
Ya está. A tope.
—Enga.
Ahora ponle el caparazón… Cuidao al engancharlo no lo rompas…
—…
—¡Muy bien!
Arreglao y apañao, ¿Eh? ¡A-pa-ña-o!
—…
—¡Pa-ña-les!
¡A-pa-ña-o!
—…
—¡Madre
mía! Pero ¿es que no estudiasteis literatura en tu generación? ¡Es que los de
la ESO…! ¿Góngora, Quevedo… juegos de palabras?
—…
—Bueno. Son
40 euros.
—Mmmm,
aquí… tiene…
—A ver. 20,
25, 35 y 40… ¡Muy bien! Pos nos vemos, ¿eh? Ahí le he dejao el teléfono pegaíco,
pa que no te molestes ni en pensar dónde lo dejaste… ¿eh?