lunes, 22 de mayo de 2017

El fútbol no se toca XIV


El fútbol no se toca XIV
Eva Tacazo

—Oye, por cierto, y ¿la boda de ayer qué tal?
—Bueno, bueno, había de todo, de todo.
—¡Qué bien!
—En nuestra mesa teníamos un pepero de toda la vida que había votado a Podemos. A su lado un probador de jeringuillas, un domesticador de cucarachas…
—¿Qué dices?
—Como te lo cuento. Y luego un reponedor de minas en activo.
—¡Qué dices!
—En serio. El tío to cuadrao, lleno de tatuajes, vivo, muy vivo.
—Pero ¿qué es lo que hacía?
—Pues cuando había una guerra los llaman a ellos para reponer las minas que ya han explotado y tal…
—¡Impresionante!
—¡Sideral! ¡Abatible!
—Y ¿tiene futuro eso?
—Dice que tiene sobre todo presente.
—Ah, ¿sí?
—Sí, por lo de Trump…
—Pero España también vende armas...
—Pos eso.
—Y ¿cuando no hay guerras qué hacen?
—Al parecer contratan a un domesticador de cucarachas para que estas activen una mina y lo llamen a él para reponerla. También se puede hacer con ratas, pero era más caro. Las ratas exigen más por contrato.

—Mmmm, o sea, que estaba todo siniestramente preparado… ¿lo de la mesa, digo?
—El de las jeringuillas no habló mucho, me tenía mosqueado.
—Oye, entonces ¿te perdiste el Madrid y el Barça?
—¿Tú qué crees? Aquello acabó a las 2 de la mañana. A casa y a dormir la mona.
—Te fuiste con mona.
—¡No veas el Cointreau cómo pega!
—Pero ¿sabes que ganó la liga el Madrid?
—Sí. Pero como si no lo supiera. Paso ya del fútbol.
—¿Qué dices, hombre?
—…
—Pero si tú eres del Madrid de esos de comprarse un piso blanco, y un coche blanco. ¡Si hasta tenías un cuadro blanco en la cabecera de la cama!
—La televisión acabó con el aficionado que llevaba dentro… No retransmiten ni un partido en abierto… Ni el final de la liga… Ni la final de la champions si la juega un equipo español. Todo tiene que ser pagando, ¡coño!
—Tienes razón. Ya no hay ni patriotismo ni ná…
—…
—Sí que es verdad que se te veía más triste. El otro día me decía mi Mari «Veo a Piulo más triste». Y yo le decía «Será por lo de que su mujer le dejó», y ella «No, será porque le dejó por uno más joven y con más dinero», y yo «No creo, será por lo de que le echaron de la empresa que él mismo fundó», y ella «De eso nada, es por lo del cáncer de colon», y yo «Eso ya lo superó, será por no haber podido tener vacaciones este verano y tal», y ella «A ver si va a ser por lo del nombre, Piulo», y yo «Que no, mujer, que ese nombre a él le gusta, aunque lo tenga que repetir dos veces siempre diciendo “Piulo, con i”»…
—Ya.
—Así que era el fútbol.
—¿Conoces esa de los Mojinos escocíos «Soy el hombre más triste del mundo, hoy no hay partido de fútbol»?
—No.
—Pues eso.

martes, 9 de mayo de 2017

El Efecto Cultural shuffle


El Efecto Cultural shuffle
El aprendiz y La niña lluvia

—Te quería comentar una cosilla a ver cómo la ves tú.
—Dispara.
—He observado que hay una tendencia, un efecto en el ser humano que no sé si es genético exclusivamente y de ahí ha trascendido también culturalmente o… Es un poco raro… Es como una tendencia que tenemos, por llamarlo de alguna manera, a la mixtura, al mix, a la mezcla. O sea, está claro que genéticamente la mezcla…, no me sale el término biológico…
—Diversidad.
—Eso. Pues está claro que la diversidad nos hace «mejores» genéticamente. Y culturalmente muchos vemos que la mezcla, la diversidad es «mejor», nos enriquece; aunque para aceptar esto hay que tener una mentalidad abierta y tal…
—Díselo a Hitler…
—Pero es que…, voy más allá. Es como si esa tendencia fuera natural en lo cultural. Creo que cuando el ser humano pasa un tiempo en un estado…, no sé cómo…, un estado de pureza, entre comillas, llega un momento en que o 1) se aburre o 2) tiene curiosidad y empieza a mezclar. Durante un tiempo es como que «Oye, ¿cuántos colores tenemos?», «Pues 4», «Oh, genial», y estamos ahí pintando, en nuestras cavernas de la pintura, durante años, décadas, siglos… Y de repente alguien dice «¿Si mezclamos rojo y azul sale otra cosa?», «¿Para qué voy a mezclarlo?», «No sé, pero…». O bien se han cansado de esos cuatro colores primarios o bien tienen curiosidad, incluso una puede ser consecuencia de la otra.
—Entiendo.
—Yo la prueba hoy la haría así: por ejemplo, cojo a un tío y le digo «Mira, te voy a pagar para hacer un experimento —bueno cogería a varios— y tienes que estar en una casa, en mi casa, por ejemplo, comiendo todos los días la misma comida tres veces al día». Yo le pondría un plato suave de sabor, como arroz con verdura, y otro plato con algo más sabroso, rollo muslo con salsa… Aunque si fueran platos exóticos, mejor, ¿sabes?, algo que no haya comido nunca. Se lo daría en dos platos separados. Y luego observaría cuánto tardan en mezclarlo, minutos, días, semanas... Tengo la sensación de que muchos tomarían los dos platos exóticos por separado. Y llegaría un momento en que por la repetición o porque ya le has sacado todo el jugo alguien diría «Voy a coger un poco de aquí y otro de allá», ¿sabes? Es que me parece curioso cómo culturalmente a muchos les parece que mezclar colores, por ejemplo, es algo negativo, deslavado, sucio, impuro… Pero es que hay mucha gente que lleva coches grises —blanco y negro—. Y muchísimos otros colores impuros… La gente ya no escucha flamenco y pop, sino un mix de flamenco y pop, o flamenco y jazz, jazz fusión… Es un efecto humano, tío, es como una búsqueda del batido perfecto. La sensación es como que es algo que nos hace mejores, que nos salva, no sé, es muy raro… La ropa: sucede lo mismo. Desde hace unos años se ha empezado a mezclar traje  y corbata con zapatillas. Y eso antes no ocurría. Y hay gente que lo ve mal, incluso. De hecho desde hace unos años, las zapatillas y los zapatos puros, entre comillas, dieron paso a un mix entre ellos que no es ni zapato ni zapatilla pero se usa en ambos contextos… ¿Cómo lo ves?
—Lo veo, lo veo… Esas zapas serían más efectivas porque se adaptan a ambos contextos…
—Eso es lo que quiero decir.
—Biológicamente está claro que es así, o sea, hay constancia de que todas nuestras células están impulsadas a ese tipo de diversidad, lo cual explica, por ejemplo, que a los morenos nos atraigan las rubias, o al revés… Es que…, buscamos supervivencia: los virus, por ejemplo, son como trocitos de material genético, y por sí mismos no pueden vivir —no son un organismo vivo, no se alimentan, por ejemplo—, pero tienen otras características propias de un organismo vivo. Y, al infectar a un organismo vivo, el cual actuaría como plataforma, un virus es capaz de replicarse o reproducirse.
—Exacto.
—Sí, sí… Para un virus, que haya mucha diversidad ambiental, es sinónimo de baja efectividad, o sea, el virus es menos efectivo si hay diversidad biológica. Lo que es lo mismo, si fuésemos todos morenos y un virus matara a los morenos, caeríamos todos de un plumazo. En cambio, siendo rubios, pelirrojos, morenos…, dificultamos el trabajo del virus. La biodiversidad es necesaria para la supervivencia de cualquier especie y la buscamos como rasgo beneficioso.
—Genéticamente está claro. Y ¿cómo lo ves culturalmente?
—A ver, si es que hay bolis cuya tinta se borra. Y ¿qué es eso? Una mezcla de lápiz y boli. Otro intento por buscar efectividad, triunfe o no triunfe.
—Lavadoras que son también secadoras.
—Hidroaviones.
—Una tablet sería una mezcla entre móvil y computadora. Tamaño intermedio, no usb, no conexión ethernet…, más batería que un móvil, más espacio y RAM.
—De hecho un Smartphone es una mezcla de agenda física y teléfono móvil de primera generación. Bueno, y hoy todo eso aparte de agenda con mil aplicaciones más.
—Yo diría que es el mix de los mix, porque también es una mezcla de teléfono móvil y consola de videojuegos portátil…
—O teléfono móvil y IPOD… Creo que en el mundo de las últimas tecnologías es donde más se aprecia, ¿no?
—Bueno, sí, pero es de la tecnología en general porque la tecnología es nuestro quehacer, es lo que hace el ser humano. Llevamos haciendo tecnología desde el primer palito para darle al árbol y que caiga un fruto de él. A lo mejor ese primer palito le sirvió luego para apoyarse al caminar o herramienta defensiva…
—¿Recuerdas la conversación en la que te hablé de que la naturaleza del ser humano es el artificio?
—Exacto, eso es… Y en ese ser artífice de su entorno es donde yo metería esta tendencia.
—¡Hasta las primeras células de organismos unicelulares pasaron a ser 2 y luego 4 y… mezclarse hasta ser lo que somos hoy…! Todo esto tiene mucho sentido. Yo diría que toda nuestra cultura, nuestra riqueza cultural, se deriva del intercambio. Intercambio comunicativo —el mestizaje de las lenguas, por ejemplo—, intercambio de costumbres… El intercambio cultural es mestizaje cultural. Trabajamos con la cultural como nuestro cuerpo trabaja biológicamente.