El borreguismo patológico
Nicholas Dunmore
borreguismo.
(De borrego).
Bonita definición del Diccionario de la
Real Academia Española que expresa en términos más que objetivos un concepto al
que llevo dándole vueltas durante bastante tiempo. Mi definición personal sería
esta: PATOLOGÍA generalizada en la sociedad con una alta capacidad de mutación
y de adaptación al medio para la que no existe vacuna y que se transmite por el
aire.
Lo peor de esta enfermedad es su
extraordinaria capacidad de hacer desparecer los síntomas, de manera que
resulta imposible a los afectados detectar su presencia. Además, la enfermedad
parasita de tal forma al individuo que este desarrolla su propio sistema de
defensa ante posibles amenazas. Este sistema de defensa puede variar en
complejidad dependiendo también del nivel de complejidad del afectado, que por
norma suele ser un nivel bajo, ya que el virus ataca a los organismos (la
palabra exacta sería idiotas) emocional y mentalmente atrofiados, que
desgraciadamente son la gran mayoría.
La defensa contra la
“desborreguización” suele ser la negación de la misma, apelando a la libertad
humana de tomar decisiones y pensar por ti mismo (ja, ja, ja), ya que es más
sencillo negar las cosas que aceptarlas. El mayor problema viene cuando el
virus se da cuenta de que su huésped está cerca de ser “desborreguizado”, y entonces
estas personas vienen a decir una frase que contiene una de mis construcciones
favoritas: “¿Qué dices, estás loco?” O aluden a la típica frase estúpida y
predecible de “Anda, deja de decir tonterías y haz lo que tienes que hacer”.
Ciertas personas intentan transmitir debilidad y flaqueza con frases como “Ay,
si yo no entiendo esas cosas” o “Si es que yo no soy tan listo/a como tú”; y
recurren al uso de la compasión como método “antidesborreguización”. Por
último, existe un grupo, por desgracia el más generalizado, que lo que hace
básicamente es encerrarse más en su borreguismo, dando falsas pruebas
insustanciales e insuficientes, además de nada lógicas, y recurrir a la
violencia como método de lo que yo denomino “escape de la verdad”. En fin, como
aquí se demuestra los borregos son más que predecibles.
No sé si me estaré explicando
correctamente, pero por si acaso diré que cuando hablo de borreguismo me refiero
a ese borreguismo invisible que está pero que nadie reconoce y que aquellos que
se dan cuenta son locos o teóricos de la conspiración. Me refiero a ese
borreguismo generalizado que se manifiesta en todo tipo de variantes del mismo.
Borreguismo político, cultural, religioso, científico, y un larguísimo
etcétera.
Si leemos la definición de diccionario
sobre la ya reiterada palabra hay un término dentro de esta que voy a proceder
a analizar. Me refiero a la palabra “ajena”.
Desde el momento de nuestro nacimiento,
nuestro entorno condiciona nuestra educación, nuestra espiritualidad y nuestra
forma de ver el mundo. Pero a su vez nuestros tutores en el borreguismo
tuvieron otros tutores, que a su vez tuvieron otros y así sucesivamente. De
forma que esta situación no es, ni mucho menos, reciente. El borreguismo es una
enfermedad que afecta a todos los ámbitos sociales y se da en todas las edades.
Si no, preguntadle a un niño por qué va al colegio. Sin duda alguna responderá
“porque hay que ir” o “porque me lo dicen mis padres”. Ya desde edades
tempranas metemos en las cabezas de los niños que “las cosas son como son”,
“hay que hacer lo que hay que hacer”, “no intentes cambiar las cosas porque es así
de toda la vida”, y muchas más frases similares que no citaré por falta de
espacio. Pero ¿qué, quién o quiénes son los directores de esta fábrica infernal
de esclavos humanos estúpidos, sobreinformados de mala manera, egoístas e
ignorantes?
Personas de todas partes te darán miles
de respuestas a esta pregunta. Unos afirman que son los “Anunnaki”, seres
extraterrestres que vinieron hace siglos a esclavizarnos; otros afirman que son
los Illuminati o los Masones o los Rosacruces o la Iglesia Católica o el Gobierno
de los Estados Unidos. Pero ¿cómo encontrar la verdad entre todas las mentiras?
¿Cómo detectar y (lo más importante) RECONOCER que estamos borreguizados por
“algo/alguien”? ¿Cómo salir del borreguismo y ser libres?
Pues la respuesta es bastante sencilla.
Confíen en sus propias decisiones y olviden a los eruditos, políticos, famosos, compañeros de
clase, de trabajo, de piso, familiares, amigos, etc., porque ellos son los
transmisores del borreguismo. Ellos son el transporte del virus. Lo único real
eres tú mismo y debes descubrir la verdad dentro de ti usando tus propios
métodos.
Creo sinceramente que hay aún esperanza
para que la humanidad despierte al fin de su estupidez masiva y todos nos demos
cuenta que todo lo que creemos “real” es solo producto de un engaño masivo del
que no saldremos nunca si aún hay gente que no confía en sí misma sino que
tiene como credo lo que ve en los medios. En definitiva, la sociedad en la que
vivimos es una cadena de montaje de clones de la que somos partícipes directos.
Por favor, lectores, os ruego que penséis fríamente el porqué de las cosas que
os rodean. Solo así os daréis cuenta de lo absurdo del mundo en que vivimos.
Finalizo este mi primer artículo con
una frase que será el tema del próximo.
“La locura no es sino la forma más
absurda de llamar a la más pura inteligencia”
Saludos.