jueves, 16 de julio de 2015

El fútbol no se toca XI


El fútbol no se toca XI
Eva Tacazo y El aprendiz

—¡Bartoloooooooooooooooo! ¡¿Qué pasa?!
—Ná, aquí, ya ves… ¿Cómo lo ves?
—Te veo genial. Genio y figura.
—Me lo figuro.
—Para figura el Floren. ¿Te has enterao de que ha vendío al Iker?
—Bueno, se ha ido él, ¡eh!
—Mira, mira, mira. No sigas por ahí…
—Pero ¿qué me estás contando?
—Y el próximo al que se la mete… al Ramos.
—Ese si se quiere ir… ¡puerta!
—No se va nadie como un señor en este club.
—De eso ná. Ahí tienes al Zidane, que va a ser el mejor entrenador del Madrid un día de estos.
—Sí, como el príncipe Carlos: dentro de unos años se cansa de estar en la recámara y a tomar por fulo la corona y y y y y tó.
—No te metas con el orejones, que bastante ha pasao el pobre.
—¿Pobre?
—Estas cosas pasan en los equipos, la gente va y viene, y ya está. El Madrid es una empresa y las cosas van así en las empresas.
—Ya. Y lo dices tú, que te quejabas de que Berskadona te dejó en la calle hace dos años y te cagaste en la musa que los parió.
—No es lo mismo, hombre; pero ¿qué me estás contando? Además, en el Barça también ha pasao. Pasa en todos los equipos.
—Mira, mira, mira… No te me nombres Barcelona que me arranco y me tiene que parar Mad Max.
—¡Que yo no soy del Barça, que soy del atleti! A mí me la pela.
—No es por eso, egoísta. Es lo de la Colau esta, la alcalduqui.
—¿También te has contagiao?
—Es pa burlarme.
—¿Qué pasa con la Colau?
—¿No te has enterao de que ha puesto de directora de comunicaciones del Ayuntamiento de Barcelona a una que se mea en la calle y se hace fotos?
—Siempre igual. No seas machista. Si un tío mea no pasa ná y, si mea una tía, es una sucia, ¿no?
—Pero ¿qué me estás contando? ¿Qué machista ni qué repollos? Yo creo que a ti la Colau te gusta... Mira la foto…
—…
—La tía está chorreando toa la cena ahí… en medio de la calle… descojoná.
—Porque se habrá tomao cuatro copas, hombre. Si eso lo hiciera un tío sería un máquina, lo hace una tía y es una…
—Sucia. Pues no. No es eso, hiperbárico, que no te enteras. Sea un tío o una tía no puede tener ese cargo público, y menos a dedo. ¡Mira la foto, macho! ¿Tú la contratarías como supervisora de tu empresa o como imagen de marca? ¿Te comprarías helados que esta tía anunciase? Mucho quejarse de las puertas giratorias y la dedocracia y ya hemos empezao otra vez con lo mismo.
—…
—Además, no me toque las cejotas, que yo ya te he dicho muchas veces que si el ligoteo que se pega el Jorgejá toas las noches con un invitado y con otro lo hiciera un hombre pero con las invitadAs, ¡eh!, invitadAs, lo acusarían de acoso y no duraba ni tres programas.
—En eso tienes razón, siempre te lo he reconocío.
—Y en esto también. Y te leo lo que dice la tipa esta, Águeda Cañón, o Bañón, ya no me acuerdo. Dice, y en la foto lo pone entre comillas: «Son mis aficiones. Es como si a otro le gusta el macramé. No me avergüenzo».
—Eso está sacao de Ponteso.
—¡De contexto, iluminao! Y, ¡ojo!, que no todo queda ahí. Van diciendo ya que el siguiente fichaje es una que escribe libros…
—¿Escritora?
—Escritora es algo más. Esta parece que escribe en hojas en blanco y que al juntarlas se llama también libro. Pero no es un libro.
—Y ¿qué es?
—Pues… pues… eso, un manojo de hojas.
—¿Hojaldre?
—¿Eh?
—Nada, nada…
—…
—¿No lo has pillao?
—¿El qué?
—Nada, nada.
—Céntrate… Te voy a leer esto que es una foto que le he hecho al blog. Se llama María Llopis. Dice sobre su libro que se tratan temas como, y ahí está, literal ¡eh!, mira, «Parto orgásmico, lactancia y placer, feminismo y maternidad, paternidad múltiple…» y dieciocho cosas como estas. 
—Yo no entiendo ná. Pero eso de paternidad múltiple me acojona, tío. ¿Eso es verdad?
—¡Qué moño, va a ser verdad! ¿Tú te imaginas a cinco tíos ahí?
—¿A la vez?
—Sería un detrás de otro, en todo caso.
—Bueno, eso, tío… Este tema me da mal rollo.
—¿Qué dices?
—Sí. Es que yo nunca me he visto hijo de mi padre… No sé… Fíjate, soy moreno de piel y pelirrojo de pelo. Y luego, mira, este dedo gordo y este no son iguales.
—¿Tú eres tonto? ¿Es que no estudiaste Biología básica? ¡Hola!, ¿hay alguien ahí, McFly? ¿Cromosomas?
—…
—Déjalo.
—No sé, tío, perdona. Me he rallao… Es que… acabo de ver seguidos el video de Ylenia, que no lo había visto aún, y el nuevo tema de Kiko Rivera «Dale»… y me he quedao tan flaseao que ya no sé ni lo que digo.

lunes, 6 de julio de 2015

El zoo


El zoo
Eva Tacazo, Díptero impertinente y Galgo atigrado

Año 2015, mayo… Finales de mayo… veintialgo de mayo…

—Matías, ¿no ves a los animales un poco inquietos, nerviosos y… como asustados en sus jaulas?

1 de julio….

—Buenos días, Su Eminencia don Salvador Gracia Pas.
—¿Cómo estás, Robertito? ¿Qué tal la familia, y tu madre?
—Mi madre como un roble.
—Estupendo, estupendo.
—Buenos días también a usted, don Silvio Foresto. ¿Cómo está?
—Bien, gracias.
—Les presento a ustedes. don Silvio, este es Su Eminentísimo y Reverentísimo Señor Salvador Gracia Pas, Cardenal de España… Don Salvador, este es don Silvio Foresto Fau, Catedrático en Zoología y Paleontología y en Biología evolutiva… Bienvenidos al Zoológico Las Batuecas. Como ya les dije por teléfono lo que tenemos aquí es realmente un suceso anómalo, así que necesitamos… eh… ¿cómo lo diría?: las 2 espadas, ¿verdad?, o sea, ustedes.  Son ustedes los únicos ajenos al zoo que van a disfrutarlo. En una semana ni un solo miembro de este humilde zoológico ha salido a la calle. La familia nos trae la comida. Porque el fenómeno nos tiene absortos, abstraídos, abismados.
—abeese.
—Je, je. Abro la puerta y… pasen por aquí.
—Gracias.
—Gracias.
—Vamos a ir recinto a recinto y jaula a jaula… Aquí llegamos ya a la primera. Juzguen ustedes mismos. ¿Qué les parece?
—¿León, hiena y cebra juntos? No puede ser, a menos que haya medicación de por medio.
—¡Hemos vuelto al Paraíso! ¡Qué maravilla! ¿Qué habéis hecho? ¿Qué pedagogía utilizáis para practicar yo esto en mi Pastoral?
—Le puedo garantizar, don Silvio, en nombre de estos empleados que no hay ninguna medicación. ¿Pedagogía, Su Eminencia? Tampoco. Ojalá fuera cosa de pedagogía. Pero no se adelanten. Sigamos… Aquí está la siguiente. ¿Cómo lo ve, don Silvio?
—¿Araña, Mantis religiosa y mariposa, y están cooperando en la elaboración de la tela de araña de la araña? Esto escapa a toda lógica. Estas especies están hechas evolutivamente para competir por el mismo alimento, la mariposa, no para la cooperación interespecífica, y menos con una presa delante como la mariposa.
—Desde la antropología adecuada, la fraternidad que observo es el cumplimiento del mandato divino. Esta es la ley de Dios.
—Sigamos, que aún no han visto lo mejor… Ya estamos en el Acuario. Miren.
—¿Una orca, un tiburón blanco, una foca, un pingüino y dos sardinas? ¿Y… parece que… todos… se están… alimentando de plancton?
—¡Falta el gato!
—Además, don Silvio, este es el tiburón blanco más grande que existe en cautividad.
—Tantas especies antagonistas juntas... Esto es digno de estudio.
—Ni el mismísimo Noé en su arca hubiese podido llegar a tal perfección en la convivencia de estos animales.
—No lo han visto todo. Acompáñenme… Ahí está.
—¿Una amapola, una hiedra, un girasol y una carnívora, que según veo es una Drosera rotundifolia?
—Sí, sí. Ayer, el girasol no captaba el sol suficientemente bien y la hiedra lo envolvió y le ayudó a girarse…
—No puede ser.
—Y le dimos una mosca a la Drosera y la compartió con la amapola.
—¿Dónde está la cámara? Porque yo no he viajado desde Barcelona tres horas para que pongáis las imágenes en un absurdo programa de televisión y se rían de mí.
—No, hijo mío, esto solo lo puede explicar un milagro.
—Les garantizo que no hay ninguna manipulación.
—En ningún ecosistema terrestre pueden darse estas situaciones de manera natural. Comparten e intercambian actitudes, rasgos, patrones de conducta exclusivamente intrínsecos de cada especie. ¡Es que no es normal, no es natural! ¿Entiende? Explíqueme usted entonces cómo se pueden producir estas relaciones entre especies contra natura.
—Con el pecado original en toda la faz terrestre el mal se apoderó de todos los seres vivos. En este lugar estoy constatando el mismísimo Edén.
—El misterio os lo podemos desvelar porque tenemos videos. Pero no el origen.
—¿Podrá demostrar que esos videos no han sido manipulados?
—¡Por favor! No hay ningún tipo de edición en las imágenes. Puede traer a un experto informático.
—…
—Se lo garantizo... ¡Matías, pon el video!
—Me siento porque estoy abrumado.
—Fíjese. Ahí lo tiene. El león se había escapado y miren cómo busca la jaula de la hiena… Le ayuda a abrirla…
—¿Y… se… van… a la de la cebra… y entran?
—Ya se lo dije. Fenómeno espontáneo. Natural.
—Eso, siempre que no sea una broma ridícula…
—O milagro.
—Podría cambiar los cimientos del conocimiento. Esto va más allá de la leyes de la naturaleza. Es más, las cambia completamente. Es un sistema cooperativo y totalmente ilógico, irracional. De hecho la pregunta sería hasta cuándo van a aguantar el león y la hiena sin devorar a la cebra…
—Llevamos unos días y funciona.
—No me convence. Hoy mismo pienso llamar a mis colegas de profesión, los mejores expertos que conozco, para explicarles lo que acabo de ver. Vamos a estudiar a fondo cada caso, y espero que no sea ninguna especie de truco de ilusionista barato.
—Hoy mismo llamaré al Papa Francisco para que avise a los investigadores del Vaticano y que cooperen con vosotros. Esto puede ser… un filón.
—Comprendo su postura, Silvio. Les diré que nosotros mostramos también cierta incredulidad, por un lado, y fe, por otro. Para evitar que nuestra objetividad se viera anulada por este suceso, ya que estamos en el mismo entorno de estudio, necesitábamos una persona ajena. Llamamos hace dos días a una pizzería a domicilio e invitamos al sujeto a pasar y valorar los hechos.
—¿Y qué le pareció al repartidor?
—Al principio él mismo no entendía ni qué le estábamos pidiendo que valorara. Luego cayó en la cuenta y no creía lo que veía. Pero enseguida sonrió y le pareció curioso y gracioso. Incluso expresó, y cito literalmente: «Pos a mí me parece bien. Ya estaba harto de ver en to los zoos los leones con los leones y las cebras con las cebras. Esto es más divertido».
—La ingenuidad del pueblo.
—La fe y la bondad del pueblo.

27 de noviembre…

—Buenos días, llamo del Zoológico de Babia. Querría hablar con Silvio Foresto Fau porque tenemos un lío aquí… Y me consta que ya investigó un caso similar hace unos meses y…
—Un momento, por favor, le paso con el Departamento.
—Buenos días. Mire, don Silvio Foresto ya no trabaja aquí.
—Ah. ¿Dónde puedo localizarlo?
—Lo siento pero no tenemos ni idea.
—¿Cómo?
—No sé qué decirle. Estuvo liado con un trabajo y tal, es cierto, pero parece que no le iba bien… Fue un rompecabezas que no pudo descifrar… En fin, ¡el ser humano! Y se fue.
—Mmmm. Vale, gracias… A ver, 699 996 696… Hola, buenos días, con su Eminentísimo y Reverentísimo Señor Salvador Gracia Pas, Cardenal de España.
—De parte de quién.
—Bueno, ya llamé hace unos días para pedir cita justamente a esta hora… Soy Jafet Cam Sem, del Zoológico de Babia.
—A ver… Sí, aquí está su cita, le paso.
—Buenos días, hermano.
—Buenos días, Su eminencia. Soy Jafet Cam Sem, del Zoológico de Babia. Nos ha surgido un caso similar al que usted investigó en…
—¿¡Zoológico!? ¡Maravilloso! ¡Milagroso! ¡Portentoso! ¡Prodigioso! ¡Asombroso…!
—Oiga…, ¿Oiga…?
—¡Extraordinario! ¡Sobrenatural! ¡Increíble…!
—¿Oiga?, ¿oiga?