martes, 20 de septiembre de 2016

La entrevista o La burbuja académica


La entrevista o La burbuja académica
La niña lluvia

—Buenos días.
—Hola, buenos días.
—Siéntese.
—Gracias.
—Usted debe ser…
—Aurelio Sabater Equipado.
—Eso es. Muy bien. Aquí veo que es usted Licenciado en Periodismo y Ciencias de la información en la Universidad de Harder… Licenciado con honores, según señala usted.
—Exacto.
—Además tiene un Grado en Marketing y Administración de empresas. ¿Matrícula de honor?
—Aha, sí.
—Muy bien. Luego hizo un doctorado en Gestión de la información.
—…
—En el instituto dirigió usted la radio durante tres años…, y luego 1 año en la radio local y dos años en Telecindra, que es…
—La televisión de mi pueblo.
—Aha… Ha creado usted un periódico digital, elveritable.com, y lo ha gestionado durante cinco años…
—Photoshop, Excel, MasterEditor, bla, bla, bla… Inglés C2… Vaya, Nosotros estamos considerando como mínimo el DMaster…
—Estoy ahora mismo en ello. Sí tengo el DMaster en Chino, eso sí.
—Bien. Veo también… el Toefl y…  Alemán B2, Francés B2, ¿Ruso C2?
—Sí, mi madre es rusa.
—Y Polaco B1. No está mal… ¿Publicaciones?
—Dos ensayos en la editorial Fidelius: ¿Qué es periodismo?  e  Implicaciones laborales en un entorno constructivo.
—En Aficiones señala usted que ha dirigido una película documental, El tiempo cero,  y recibió el Premio Nacional de cultura. ¿De qué trata?
—Es un documental que investiga el momento en que el ser humano se torció en la aventura de su existir y cómo los tiempos sucesivos han ido girando en una espiral cada vez más autodestructiva, a pesar de las señales que invitaban a cambiar con un pequeño esfuerzo de todos.
—Hum… Participó usted en los juegos olímpicos en 100 metros vallas, en mariposa y en salto de pértiga. Dos medallas de plata y un oro…
—Considero el deporte como un elemento fundamental en el quehacer humano que ayuda a la mente y nos equilibra.
—Fue subcampeón de España de ajedrez y campeón del Proyecto El arte de la guerra para jóvenes estrategas con 17 años.
—Sí. Necesitaba algún reto personal en aquella etapa.
—Entiendo. Vamos con una serie de cuestiones… ¿Está cansado?
—¡No, para nada! El psicotécnico fue rápido. Acabé antes del tiempo y parece que los resultados han sido excelentes.
—Estupendo, vamos allá. ¿Cuáles son tres de sus defectos?
—Soy puntual. Me obsesiona acabar lo que empiezo y…, no sé, no puedo controlar el ansia de aprender y ser mejor cada día.
—Hum… ¿Por qué las burbujas son redondas?
—Bueno, yo diría que el círculo es la figura geométrica más económica, así que… consigue el mayor rendimiento con el menor esfuerzo.
—Siguiente: ¿si vieses que tu cuerpo se ve reducido al tamaño de una hormiga en una batidora y tienes un minuto antes de enchufar la batidora y morir qué harías?
—¡Vaya! Sorprendente. A ver, teniendo en cuenta que mi masa ha disminuido mucho, mis músculos tendrán más fuerza y podría saltar fuera de la batidora… Sí, supongo que eso es lo que intentaría.
—¿Por qué razón las tapas de las alcantarillas son redondas?
—Pues… Pues… Puestos a imaginar, no sé, las tortugas ninja viven ahí abajo y si de repente quieren llamar a la pizzería El relámpago solo una pizza redondita familiar cabría por ahí…
—Eres capitán de un barco pirata y tu tripulación debe votar cómo se repartirá el botín. Si menos de la mitad no están de acuerdo contigo morirás. ¿Cómo vas a convencerles para mantengas una buena parte del tesoro y sobrevivir?

—Les diría que yo me quedo con un 10%. El resto pueden repartirlo. Y añadiría que les diré dónde conseguir más.
—Estupendo. Sí… ¿Medalla Fields?
—¿Cómo?
—Si tiene Premio matemático Medalla Fields.
—Bueno, eso… No. Yo no…
—Ayer tuvimos dos Medallas Fields en la entrevista y…, bueno… por eso lo pregunto.
—…
—¿Doctor Honoris Causa?
—Eh…, no… No…
—Ya veo. No sé… Es que, claro, es todo muy común, ¿verdad? No sé qué podría diferenciar más…
—…
—Ehhh, ¿Nobel?
—¿Cómo?
—Si es usted Premio Nobel.





domingo, 18 de septiembre de 2016

Somos lo que educamos


Somos lo que educamos
El niño cielo

Domingo por la mañana, bien prontito, me aburro y digo: «Voy a abrir el Twiter a ver qué me encuentro». Y, creyendo que uno se va a quitar las legañas con la idiotaexpulsión de un gran hermano, me sorprendo con una foto de un gráfico sobre educación en el mundo (países de la OCDE). ¿Fuente? La OCDE. España está a la cola en inversión educativa.
Visto así, rápido y hoy en día, siendo una nación esta que se resquebraja a pedazos y al borde de unas terceras elecciones —cerca de unas cuartas y a vista de unas quintas—, no es para prestarle atención, ya que además sabemos que desde hace años estamos en el precipicio de los resultados académicos.
Pero mira uno la fotito esa, por curiosidad, porque no se lo puede creer, porque puede ser falsa, porque las legañas, porque lleva un cubata en la mano o porque es educador, etc., cada cual que elija una causa, y se da cuenta de que estamos en la misma línea que Chile, Italia o Eslovaquia. ¿Eslovaquia? Resulta que Eslovaquia invierte casi lo mismo en educar a sus polluelos que nosotros. «¿Se han vuelto locos?» «¡Eso es tirar la casa por la ventana!».
Googlea uno «pib españa» y sale una imagen enorme: 1,393 billones USD (2013); «pib eslovaquia», 97,71 miles de millones USD (2013). No hace falta ser doctor en matemáticas ni tener la Medalla Fields para que la mente se dispare, vuele la imaginación… En Eslovaquia hay unos 5 millones de habitantes y en España unos 48 millones. Está claro que nos tomamos la educación ¡muy en serio!
Os voy a hacer una confesión: estaba un día por casualidad en un colegio con unos visitantes circunstanciales: profesores y alumnos suecos. El caso es que entablo conversación con una alumna y su profesora. Me hicieron una pregunta que aún hoy me impacta: ¿Por qué hay vallas y muros en el colegio?
Este punto y aparte era para reflexionar. La pregunta lo merece. No daban crédito a que necesitáramos muros para que los alumnos no se fueran de un colegio, lo que da una idea que lo que interesa la educación a muchos ciudadanos de este país. De la misma manera se sorprendían de los índices de fracaso escolar en secundaria y otras cosillas.
Recuerdo que me sentí tercermundista.
La inversión en educación no se ve en los bolsillos de los ciudadanos. Si ahora invirtiéramos de repente el doble —y no en ordenadores, que parece que es el único recurso, sino en más profesores y menos niños por aula— nadie llegaría mejor que antes a fin de mes. Además somos un país de urgencias, queremos resultados ya: mientras yo viva, mientras yo gobierne… ¡Claro, es que ponerme a recoger papeles del suelo o no tirar pipas, en definitiva, ponerme a cuidar el medio ambiente, cuando no veré resultados hasta dentro de 200 años, es decir, yo ya habré muerto…! ¡Ponerme a invertir en educación en pleno mandato cuando eso no da votos y en cuatro años podrían ventilarme por no haber invertido ese dinero en, no sé, devolver 400 euros en la renta o ayudas a compra de vehículos o bajar un 0,3% la luz…!
Pues ya está. No nos rasguemos las vestiduras. Somos lo que educamos.