Americanadas
III: ¿Dónde coño estoy y qué era ese disparo?
El niño cielo
—Para
comedias, Star wars, ¡eso sí que es
una comedia!
—Hombre,
tanto como comedia no diría yo, ni creo que nadie. Solo tú, de hecho.
—Y ¿los
diálogos de R2D2 con C3PO? Y ¿Han Solo? Y ¿Chuy?
—Chuy
no dialoga.
—¡No
habla…! Perdón, ¡no entendemos su idioma! Pero y ¿su feedback? ¿Eh?
—Lo
que tú digas, pero no te quedes con eso, hombre. El género no es comedia.
—En…
dos horas lo veremos. Mantengo que Lucas en realidad es un comediógrafo, pero
se oculta bajo la ficción y la aventura.
—No
se miente cuando se dice que todos los seguidores de esta saga sois frikis.
—Ya.
Y tú estás aquí en la cola del cine viendo escaparates, ¡no te jode!
—La
verdad es que hay un grupete ahí de chicas que ya te digo… ¡Que yo vengo por que
hay que venir. Yo no soy como tú!
—¡Que
te den!
—Oye,
¿dónde se ha metido el Forúnculo? Está tardando ya…
—¡A
saber! Rebuscando en las meninges de algún autolítico.
—Mira,
ahí viene.
—¿Qué
pasa chicos? Vaya cola, ¿no?
—¡Chss!
Y aquí llevamos media hora, y tú ¿qué?
—Tranquilos.
Que no he podido antes. Ya sé que llego tarde.
—Pues,
rajábamos de ti.
—Para
variar.
—Este
decía que ya estarías explicando en la frutería lo de las células madre de los
champiñones.
—¡Muy
gracioso!
—Oye,
perdona, la cola…
—Que
sí, que sí… ¡Joder con la chavala! Ya sé que la cola avanza. No puede uno ni
dialogar dis-ten-di-do.
—Pues
la chavala está buena.
—Chsss.
¡Que os va a oír!
—¡Pues
eso quiero, que me oiga…!
—Discutíamos
porque dice este que Lucas es en realidad comediógrafo. ¿Qué opina un galeno
como tú?
—¿Comedia?
—¿Lo
ves?
—Que
sí… Es un nuevo Aristófanes, mezclado con Borges.
—Bueno,
me río un poco con Solo y los robots, pero ¿comedia?
—¿Lo
ves tú? Se ríe.
—Mirad
ese cartel… Aquel. Will Smith hace del doctor Omalu.
—¿Concussion se llama la peli? ¿Qué es
eso?
—Conmoción
cerebral. Lo del médico es muy interesante.
—Sí,
claro. ¡Sois muy interesantes!, sobre todo cuando escribís, que no se entiende
una mierda… Años de carrera pa escribir así las recetas.
—Tío,
eso son chorradas… Bueno, pues que ese médico ha puesto en jaque a
televisiones, empresas de publicidad, managers deportivos, equipos de fútbol
americano, inversores, en fin, todo lo que gira alrededor de la NFL.
—¡Oh,
sí, un médico ha hecho todo eso! ¡Más que un avión terrorista en 2001!
—Tío,
déjate de ser un enterao y déjale hablar… Cuenta, cuenta, que a mí las
conspiranoyas me alucinan.
—Nada,
ya está. Falta ver cómo acaba todo esto.
—Pero
¿qué hizo?
—¡Ah!
Se me olvidaba. El caso es que…
—Psss.
La… cola.
—Oye,
tía, no me toques los…
—¡Cállate,
tío! ¿Qué te pasa?
—No
te preocupes, va borracho.
—¿Qué
dices de borracho? Oye, tú, estamos charlando. La fila no se va a ir…
—¡Deja
a la chica ya!
—Se
cree esta que por tener ese par me voy a callar.
—Chsss.
Cállate.
—Hum.
—Decías
que ese médico…
—Sí…
El tipo descubrió que de manera directa el fútbol americano influye en daños
muy severos al cerebro. Digamos que puede provocar suicidios.
—¡Joder!
—Ahora
¿lo entiendes?
—Ya
ves. Un médico que…
—Neurólogo.
—Eso.
—Un
neurólogo que sería atacado primero por la propia NFL, que mueve una pasta
gansa con eso de la publicidad y contratos y tal. Abogados, publicistas,
periodistas…, todos pagados para quitarse de en medio al bueno del médico que
amenaza el «star system» de los jugadores y de la liga. Porque los jugadores
empezarían a acojonarse… De hecho ha habido varios jugadores que en la plenitud
de su carrera han abandonado: Patrick Willis, de 30 años, Jason Worilds, de 27,
y Jake Locker, de 26.
—¿Acojonarse,
has dicho? Pero ¿tú te crees que con lo que ganan iban a acojonarse? Esos lo
han dajao vete tú a saber por qué. Tú pon en una mano un riesgo de salud, yo
qué sé, como el tabaco, y en la otra 10 millones de dólares... ¡No me jodas!
Además que esos tíos ni piensan, si casi no tienen estudios.
—De
eso nada. Patrick Willis jugaba en el mismo equipo que Chris Borland, de 23,
que fue el primer jugador en abrir la boca sobre el tema y en dejar de jugar
hace unos años. ¿Crees que es una coincidencia…? Los estudios de Omalu observan
que los golpes en la vida media de un jugador de alto nivel son similares a
accidentes de tráfico leves. ¿Sabes los golpes semanales que puede tener un
jugador? Entreno, partido, entreno, partido… Imagínate cuántos golpes en tu coche
pueden ser… Pues el tío estudió a un jugador en sus 15 años jugando y equivalía
a veinticinco mil accidentes de tráfico leves. Y luego una universidad realizó
más estudios de los cerebros de otros jugadores fallecidos.
—Rebuscando
en las meninges…
—Casi
ninguno pasa de los 50 años de vida. Ataques al corazón, suicidios… Lo
interesante fue cuando 2 de ellos se suicidaron disparándose en el pecho.
—¡Eso
no lo hace nadie!
—Exacto.
Era para que pudieran examinar sus cerebros porque sabían que algo iba muy mal
y ya habían oído las denuncias de Omalu.
—Y,
si está tan claro, ¿por qué nadie se entera o por qué no se hace nada?
—Se
está haciendo. Se está intentando.
—Eso
no es nada.
—Tío,
el médico lucha solo contra América. ¿Sabes lo que eso supone? Son los inventores
del marketing, han asesinado a cuatro presidentes, que sepamos, en su historia
de la democracia, y taparon el asesinato conspiranoide de Kennedy. ¡Es América,
tío!
—Mira:
la esperanza de vida media de ese país está en 76 años, y la de los jugadores
de NFL, 56.
—Sí,
pero no es lo mismo esperanza de vida que vida media.
—A
mitad de este año el Centro Médico de Boston, que se encarga de estudiar
cerebros de ex jugadores fallecidos, informó de que 87 de 91 cerebros tenían
CTE.
—¿El
qué?
—Encefalopatía
traumática crónica.
—Con
ese nombre es normal que se asusten, tío, y se suiciden. Ponedle…, yo qué sé,
dolor de cabeza agudo…
—¡Igualito!
—No
me jodas. Yo oigo celopatía reumática de esa y… ¿Has pensao que igual se
suicidaban por no aguantar a su mujer? A veces pasa.
—Provoca
demencia, pérdida de memoria, depresión, agresividad, confusión… Deterioro
cognitivo. Compáralo con el Boxeo, y esto lo sabemos desde hace tiempo ya: golpes
reiterados en el hígado, por ejemplo, son sumamente dañinos. Y en la cabeza…
Pues ¿lo mismo en la cabeza qué crees que va a provocar…? El caso más conocido
en boxeo es Alí. Temprano y gravísimo Parkinson. Solo se explica por los
pequeños traumatismos secundarios.
—Pero
el Parkinson puede deberse a otras cosas, y esto también. No es definitivo.
—Sí.
El Parkinson se debe a la destrucción de la sustancia nigra en los ganglios
basales. Pero el caso de Alí es obvio. Blanco y en botella… Todo depende de
dónde sean los golpes. Un simple accidente de tráfico puede provocar desde
cambio de personalidad a deterioro cognitivo… Mira: el año pasado tuvimos una
paciente, Andrea: accidente en bici muy grave hace diez años, varios TAC… ¿Qué
había?: empobrecimiento ideatorio y emocional. Clínicamente olía a orgánico. Al
volver a estudiar la resonancia con exhaustividad se apreciaron daños axonales
en varias áreas que explicaban los síntomas.
—Te
juro que lo intento pero no me entero de ná. ¿Qué idioma habláis los
facultativos? Hay que sacarse por lo menos un C1 pa pillar algo.
—Lo
que quiero decir es que igual que un traumatismo grave, como el accidente de la
niña, puede dar una imagen patológica años más tarde, imagínate entonces muchos
traumatismos, o sea, golpes, en este caso, repetidos durante años.
—…
—Por
eso me alegro de ver este tipo de películas. Es necesario que sepamos la verdad
en cuestiones de salud. Y luego el que quiera matarse que se mate. Pero sepamos
la verdad.
—¡Joder!
Solo la NFL puede tapar estas cosas.
—América.
—América.
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