martes, 9 de mayo de 2017

El Efecto Cultural shuffle


El Efecto Cultural shuffle
El aprendiz y La niña lluvia

—Te quería comentar una cosilla a ver cómo la ves tú.
—Dispara.
—He observado que hay una tendencia, un efecto en el ser humano que no sé si es genético exclusivamente y de ahí ha trascendido también culturalmente o… Es un poco raro… Es como una tendencia que tenemos, por llamarlo de alguna manera, a la mixtura, al mix, a la mezcla. O sea, está claro que genéticamente la mezcla…, no me sale el término biológico…
—Diversidad.
—Eso. Pues está claro que la diversidad nos hace «mejores» genéticamente. Y culturalmente muchos vemos que la mezcla, la diversidad es «mejor», nos enriquece; aunque para aceptar esto hay que tener una mentalidad abierta y tal…
—Díselo a Hitler…
—Pero es que…, voy más allá. Es como si esa tendencia fuera natural en lo cultural. Creo que cuando el ser humano pasa un tiempo en un estado…, no sé cómo…, un estado de pureza, entre comillas, llega un momento en que o 1) se aburre o 2) tiene curiosidad y empieza a mezclar. Durante un tiempo es como que «Oye, ¿cuántos colores tenemos?», «Pues 4», «Oh, genial», y estamos ahí pintando, en nuestras cavernas de la pintura, durante años, décadas, siglos… Y de repente alguien dice «¿Si mezclamos rojo y azul sale otra cosa?», «¿Para qué voy a mezclarlo?», «No sé, pero…». O bien se han cansado de esos cuatro colores primarios o bien tienen curiosidad, incluso una puede ser consecuencia de la otra.
—Entiendo.
—Yo la prueba hoy la haría así: por ejemplo, cojo a un tío y le digo «Mira, te voy a pagar para hacer un experimento —bueno cogería a varios— y tienes que estar en una casa, en mi casa, por ejemplo, comiendo todos los días la misma comida tres veces al día». Yo le pondría un plato suave de sabor, como arroz con verdura, y otro plato con algo más sabroso, rollo muslo con salsa… Aunque si fueran platos exóticos, mejor, ¿sabes?, algo que no haya comido nunca. Se lo daría en dos platos separados. Y luego observaría cuánto tardan en mezclarlo, minutos, días, semanas... Tengo la sensación de que muchos tomarían los dos platos exóticos por separado. Y llegaría un momento en que por la repetición o porque ya le has sacado todo el jugo alguien diría «Voy a coger un poco de aquí y otro de allá», ¿sabes? Es que me parece curioso cómo culturalmente a muchos les parece que mezclar colores, por ejemplo, es algo negativo, deslavado, sucio, impuro… Pero es que hay mucha gente que lleva coches grises —blanco y negro—. Y muchísimos otros colores impuros… La gente ya no escucha flamenco y pop, sino un mix de flamenco y pop, o flamenco y jazz, jazz fusión… Es un efecto humano, tío, es como una búsqueda del batido perfecto. La sensación es como que es algo que nos hace mejores, que nos salva, no sé, es muy raro… La ropa: sucede lo mismo. Desde hace unos años se ha empezado a mezclar traje  y corbata con zapatillas. Y eso antes no ocurría. Y hay gente que lo ve mal, incluso. De hecho desde hace unos años, las zapatillas y los zapatos puros, entre comillas, dieron paso a un mix entre ellos que no es ni zapato ni zapatilla pero se usa en ambos contextos… ¿Cómo lo ves?
—Lo veo, lo veo… Esas zapas serían más efectivas porque se adaptan a ambos contextos…
—Eso es lo que quiero decir.
—Biológicamente está claro que es así, o sea, hay constancia de que todas nuestras células están impulsadas a ese tipo de diversidad, lo cual explica, por ejemplo, que a los morenos nos atraigan las rubias, o al revés… Es que…, buscamos supervivencia: los virus, por ejemplo, son como trocitos de material genético, y por sí mismos no pueden vivir —no son un organismo vivo, no se alimentan, por ejemplo—, pero tienen otras características propias de un organismo vivo. Y, al infectar a un organismo vivo, el cual actuaría como plataforma, un virus es capaz de replicarse o reproducirse.
—Exacto.
—Sí, sí… Para un virus, que haya mucha diversidad ambiental, es sinónimo de baja efectividad, o sea, el virus es menos efectivo si hay diversidad biológica. Lo que es lo mismo, si fuésemos todos morenos y un virus matara a los morenos, caeríamos todos de un plumazo. En cambio, siendo rubios, pelirrojos, morenos…, dificultamos el trabajo del virus. La biodiversidad es necesaria para la supervivencia de cualquier especie y la buscamos como rasgo beneficioso.
—Genéticamente está claro. Y ¿cómo lo ves culturalmente?
—A ver, si es que hay bolis cuya tinta se borra. Y ¿qué es eso? Una mezcla de lápiz y boli. Otro intento por buscar efectividad, triunfe o no triunfe.
—Lavadoras que son también secadoras.
—Hidroaviones.
—Una tablet sería una mezcla entre móvil y computadora. Tamaño intermedio, no usb, no conexión ethernet…, más batería que un móvil, más espacio y RAM.
—De hecho un Smartphone es una mezcla de agenda física y teléfono móvil de primera generación. Bueno, y hoy todo eso aparte de agenda con mil aplicaciones más.
—Yo diría que es el mix de los mix, porque también es una mezcla de teléfono móvil y consola de videojuegos portátil…
—O teléfono móvil y IPOD… Creo que en el mundo de las últimas tecnologías es donde más se aprecia, ¿no?
—Bueno, sí, pero es de la tecnología en general porque la tecnología es nuestro quehacer, es lo que hace el ser humano. Llevamos haciendo tecnología desde el primer palito para darle al árbol y que caiga un fruto de él. A lo mejor ese primer palito le sirvió luego para apoyarse al caminar o herramienta defensiva…
—¿Recuerdas la conversación en la que te hablé de que la naturaleza del ser humano es el artificio?
—Exacto, eso es… Y en ese ser artífice de su entorno es donde yo metería esta tendencia.
—¡Hasta las primeras células de organismos unicelulares pasaron a ser 2 y luego 4 y… mezclarse hasta ser lo que somos hoy…! Todo esto tiene mucho sentido. Yo diría que toda nuestra cultura, nuestra riqueza cultural, se deriva del intercambio. Intercambio comunicativo —el mestizaje de las lenguas, por ejemplo—, intercambio de costumbres… El intercambio cultural es mestizaje cultural. Trabajamos con la cultural como nuestro cuerpo trabaja biológicamente.

3 comentarios:

  1. Podríamos estar de acuerdo en la riqueza del intercambio y la mezcla en algunos aspectos culturales, pero no en todos. De hecho, hay algunos que el tiempo y la experiencia han demostrado que fracasan, dado que hay culturas (personas) que no aceptan esa presunta mezcla y pretenden que todos y todo se adapten a ellos y a su cultura, no estando dispuestos a integrarse en los lugares de recepción.
    Y, por otro lado, hay culturas que directamente no me gustaría que sufrieran ese intercambio cultural, directamente porque no son aceptables ni tolerables.

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    1. Estimado Javier:

      Exacto. Genéticamente no hay consideraciones sociales ni éticas ni políticas ni psicológicas ni... Es en la tendencia cultural donde todo ello entra en juego. Y por supuesto que hay un elevadísimo componente de elección. Yo desde luego no elegiría, por ejemplo, una ficha de ajedrez con linterna incorporada —la metáfora es amplia y vaga para que cada cual inserte ahí lo que piense—. Pero si pudiera seleccionar aquello que culturalmente hace a unos ser más educados que a otros trataría de buscarlo y favorecerlo; o no violentos; o... De hecho «emparejarnos» en nuestra cultura no es sino un proceso de selección desde cierto punto de vista: el/la que no nos gusta se queda fuera, rechazado/a por unos... Pero no seleccionado/a por otros.

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  2. Pero sí seleccionado/a por otros. (Corrijo)

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