El zoo
Eva Tacazo, Díptero
impertinente y Galgo atigrado
Año
2015, mayo… Finales de mayo… veintialgo de mayo…
—Matías, ¿no ves a los animales un poco inquietos, nerviosos
y… como asustados en sus jaulas?
1 de
julio….
—Buenos días, Su Eminencia don Salvador Gracia Pas.
—¿Cómo estás, Robertito? ¿Qué tal la familia, y tu madre?
—Mi madre como un roble.
—Estupendo, estupendo.
—Buenos días también a usted, don Silvio Foresto. ¿Cómo
está?
—Bien, gracias.
—Les presento a ustedes. don Silvio, este es Su Eminentísimo
y Reverentísimo Señor Salvador Gracia Pas, Cardenal de España… Don Salvador,
este es don Silvio Foresto Fau, Catedrático en Zoología y Paleontología y en
Biología evolutiva… Bienvenidos al Zoológico Las Batuecas. Como ya les dije por
teléfono lo que tenemos aquí es realmente un suceso anómalo, así que
necesitamos… eh… ¿cómo lo diría?: las 2 espadas, ¿verdad?, o sea, ustedes. Son ustedes los únicos ajenos al zoo que van a
disfrutarlo. En una semana ni un solo miembro de este humilde zoológico ha
salido a la calle. La familia nos trae la comida. Porque el fenómeno nos tiene
absortos, abstraídos, abismados.
—abeese.
—Je, je. Abro la puerta y… pasen por aquí.
—Gracias.
—Gracias.
—Vamos a ir recinto a recinto y jaula a jaula… Aquí llegamos
ya a la primera. Juzguen ustedes mismos. ¿Qué les parece?
—¿León, hiena y cebra juntos? No puede ser, a menos que haya
medicación de por medio.
—¡Hemos vuelto al Paraíso! ¡Qué maravilla! ¿Qué habéis
hecho? ¿Qué pedagogía utilizáis para practicar yo esto en mi Pastoral?
—Le puedo garantizar, don Silvio, en nombre de estos
empleados que no hay ninguna medicación. ¿Pedagogía, Su Eminencia? Tampoco.
Ojalá fuera cosa de pedagogía. Pero no se adelanten. Sigamos… Aquí está la
siguiente. ¿Cómo lo ve, don Silvio?
—¿Araña, Mantis religiosa y mariposa, y están cooperando en
la elaboración de la tela de araña de la araña? Esto escapa a toda lógica. Estas
especies están hechas evolutivamente para competir por el mismo alimento, la
mariposa, no para la cooperación interespecífica, y menos con una presa delante
como la mariposa.
—Desde la antropología adecuada, la fraternidad que observo
es el cumplimiento del mandato divino. Esta es la ley de Dios.
—Sigamos, que aún no han visto lo mejor… Ya estamos en el
Acuario. Miren.
—¿Una orca, un tiburón blanco, una foca, un pingüino y dos
sardinas? ¿Y… parece que… todos… se están… alimentando de plancton?
—¡Falta el gato!
—Además, don Silvio, este es el tiburón blanco más grande
que existe en cautividad.
—Tantas especies antagonistas juntas... Esto es digno de
estudio.
—Ni el mismísimo Noé en su arca hubiese podido llegar a tal
perfección en la convivencia de estos animales.
—No lo han visto todo. Acompáñenme… Ahí está.
—¿Una amapola, una hiedra, un girasol y una carnívora, que
según veo es una Drosera rotundifolia?
—Sí, sí. Ayer, el girasol no captaba el sol suficientemente
bien y la hiedra lo envolvió y le ayudó a girarse…
—No puede ser.
—Y le dimos una mosca a la Drosera y la compartió con la
amapola.
—¿Dónde está la cámara? Porque yo no he viajado desde
Barcelona tres horas para que pongáis las imágenes en un absurdo programa de
televisión y se rían de mí.
—No, hijo mío, esto solo lo puede explicar un milagro.
—Les garantizo que no hay ninguna manipulación.
—En ningún ecosistema terrestre pueden darse estas
situaciones de manera natural. Comparten e intercambian actitudes, rasgos,
patrones de conducta exclusivamente intrínsecos de cada especie. ¡Es que no es
normal, no es natural! ¿Entiende? Explíqueme usted entonces cómo se pueden
producir estas relaciones entre especies contra natura.
—Con el pecado original en toda la faz terrestre el mal se
apoderó de todos los seres vivos. En este lugar estoy constatando el mismísimo
Edén.
—El misterio os lo podemos desvelar porque tenemos videos.
Pero no el origen.
—¿Podrá demostrar que esos videos no han sido manipulados?
—¡Por favor! No hay ningún tipo de edición en las imágenes.
Puede traer a un experto informático.
—…
—Se lo garantizo... ¡Matías, pon el video!
—Me siento porque estoy abrumado.
—Fíjese. Ahí lo tiene. El león se había escapado y miren
cómo busca la jaula de la hiena… Le ayuda a abrirla…
—¿Y… se… van… a la de la cebra… y entran?
—Ya se lo dije. Fenómeno espontáneo. Natural.
—Eso, siempre que no sea una broma ridícula…
—O milagro.
—Podría cambiar los cimientos del conocimiento. Esto va más
allá de la leyes de la naturaleza. Es más, las cambia completamente. Es un
sistema cooperativo y totalmente ilógico, irracional. De hecho la pregunta
sería hasta cuándo van a aguantar el león y la hiena sin devorar a la cebra…
—Llevamos unos días y funciona.
—No me convence. Hoy mismo pienso llamar a mis colegas de
profesión, los mejores expertos que conozco, para explicarles lo que acabo de
ver. Vamos a estudiar a fondo cada caso, y espero que no sea ninguna especie de
truco de ilusionista barato.
—Hoy mismo llamaré al Papa Francisco para que avise a los
investigadores del Vaticano y que cooperen con vosotros. Esto puede ser… un
filón.
—Comprendo su postura, Silvio. Les diré que nosotros
mostramos también cierta incredulidad, por un lado, y fe, por otro. Para evitar
que nuestra objetividad se viera anulada por este suceso, ya que estamos en el
mismo entorno de estudio, necesitábamos una persona ajena. Llamamos hace dos
días a una pizzería a domicilio e invitamos al sujeto a pasar y valorar los
hechos.
—¿Y qué le pareció al repartidor?
—Al principio él mismo no entendía ni qué le estábamos
pidiendo que valorara. Luego cayó en la cuenta y no creía lo que veía. Pero
enseguida sonrió y le pareció curioso y gracioso. Incluso expresó, y cito
literalmente: «Pos a mí me parece bien. Ya estaba harto de ver en to los zoos
los leones con los leones y las cebras con las cebras. Esto es más divertido».
—La ingenuidad del pueblo.
—La fe y la bondad del pueblo.
27 de
noviembre…
—Buenos días, llamo del Zoológico de Babia. Querría hablar
con Silvio Foresto Fau porque tenemos un lío aquí… Y me consta que ya investigó
un caso similar hace unos meses y…
—Un momento, por favor, le paso con el Departamento.
—Buenos días. Mire, don Silvio Foresto ya no trabaja aquí.
—Ah. ¿Dónde puedo localizarlo?
—Lo siento pero no tenemos ni idea.
—¿Cómo?
—No sé qué decirle. Estuvo liado con un trabajo y tal, es
cierto, pero parece que no le iba bien… Fue un rompecabezas que no pudo
descifrar… En fin, ¡el ser humano! Y se fue.
—Mmmm. Vale, gracias… A ver, 699 996 696… Hola, buenos días,
con su Eminentísimo y Reverentísimo Señor Salvador Gracia Pas, Cardenal de
España.
—De parte de quién.
—Bueno, ya llamé hace unos días para pedir cita justamente a
esta hora… Soy Jafet Cam Sem, del Zoológico de Babia.
—A ver… Sí, aquí está su cita, le paso.
—Buenos días, hermano.
—Buenos días, Su eminencia. Soy Jafet Cam Sem, del Zoológico
de Babia. Nos ha surgido un caso similar al que usted investigó en…
—¿¡Zoológico!? ¡Maravilloso! ¡Milagroso! ¡Portentoso!
¡Prodigioso! ¡Asombroso…!
—Oiga…, ¿Oiga…?
—¡Extraordinario! ¡Sobrenatural! ¡Increíble…!
—¿Oiga?, ¿oiga?
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