viernes, 1 de mayo de 2015

El espejo


El espejo
Tertulianos

—El video de la noticia es buenísimo. Es una protesta en Baltimore. Bueno, llevan de protesta, al parecer, desde el 19 de abril, después de que muriera un chico negro a manos de un policía. Hubo algunas bastante violentas, por lo que decían en los medios. Pues ayer la alcaldesa permitió la manifestación pero con un toque de queda hasta las diez. Según dicen esta vez fue un poco más pacífico todo. El caso es que una madre reconoce a su hijo de 14 años enmascarado que estaba tirando piedras y tal, y lo coge y empieza a pegarle ostias, a decirle «Quítate esa máscara», «Qué coño te crees que haces», insultándolo… Luego le hicieron preguntas a ella y ella dice que no quiere estar en casa sufriendo, que es su único hijo y que no tiene ganas de que su hijo sea uno de tantos muertos, que no quiere que sea un caso Freddie Gray. Y han empezado a revolotear por EEUU un montón de mujeres, famosas y tal, aplaudiendo y diciendo que, pues eso, es el miedo de una madre que quiere proteger a su hijo.
—Chaval de 14 años que lo pasó bastante mal, ahí con su madre… ¡Le dio más miedo que la policía, seguro!
—¿Catorce o dieciséis? Porque yo oí dieciséis.
—Hombre, las madres cuentan como fuerzas del Estado disuasorias.
—Pues serán dieciséis, no sé.
—Un par de madres alborotadoras entre las filas de los antidisturbios y se nos pasa la tontería.
—A lo mejor es un plan secreto de la CIA: entrenarlas para doblegar comunistas y anarquistas.
—Y sentarlos a las nueve a cenar con la familia… Oye ¿a qué hora habíamos quedao pa cenar?
—A las diez y media. Como no tiremos no llegamos.
—Pues llama ya y di que nos retrasamos.
—Pues yo veo muy bien que le suelte ostias. Que pruebe de su propia medicina. El chaval estaba allí tirando piedras y bengalas a los policías. Creo que es una buena reprimenda. Manifestación sí, pero ¿tirar piedras y tal? Pero, vamos a ver, ¡neandertales! Es que… buf.
—¡Hablamos de EEUU!
—El chaval pertenecerá a una pandilla y es influenciable como todos los adolescentes.
—Sí. Una cuchipandi contra picoletos y autoridades.
—Eso les pasa a todos los adolescentes.
—Ya no saben ni pensar.
—Vale, ¡tiempo! Esto ha pasado siempre.
—Ahora más. Y allí más.
—Insisto en que la acción de la madre es heroica. ¿Meterse ahí en medio a sacar a su hijo a ostias…? La madre pensaría «Yo no quiero que mi hijo sea parte de esto. Y me da igual que mi hijo me odie, algún día lo va a entender».
—Mmmm, aquí estoy leyendo que la madre es madre de 5 hijos. ¡Ya hay desinformación en los medios! Todos quieren ser los primeros en dar la noticia y la cagan.
—La audiencia.
—¡El dinero!
—¡Cuidao, Jorge, que te das!
—¡Ostias! Mirando el móvil…
—He oído que han puesto un carril móvil en china.
—¿Qué dices?
—Te lo juro.
—¡Vaya derroche!
—¿Tan mal estamos?
—Jorge casi se come la farola…
—Yo lo que me pregunto es qué pasaría aquí.
—Te lo digo yo. El defensor del menor y los psicólogos estos de new age empiezan a pedir que se la denuncie, que el chaval es una víctima de maltrato y vejación pública…
—¡Coño! ¡El tío va un acto público!
—Ya, ya. Que le quiten la custodia a la madre...
—Si el tío ejerce violencia ya ha perdido todo el derecho a denunciar a cualquiera. Sería una hipocresía.
—Será una hipocresía pero que se puede hacer. Derecho tiene.
—La moral también cuenta.
—¿Qué? ¿Desde cuándo eso? No mezcles, tío.
—Aquí esa mujer sería condenada por muchos sectores. ¡No digo por todos!, que os veo ya que os ibais a tirar como leones.
—Pero ¡si el otro día condenaron a un padre por pegarle una ostia a su hijo por llegar tarde a casa varios días!
—¿Sí? Hombre, yo lo entiendo… Es que por llegar tarde…
—No me jodas, tío, no te quedes con el dato, que pareces Las noticias. Para que un padre haga eso, y no sea un borracho o un enfermo y tal, el chaval tendría que además… calentarle y pasar de todo, y cosas así... ¿Es que no ves Hermano mayor?
—Bueno, tú tampoco sabes cómo fue así que es hablar por hablar.
—Vale, déjate ese caso. Caso teórico: tu hijo te desobedece en varias ocasiones; buscas su seguridad y tu tranquilidad; si vas a llegar tarde, ¡coño!, manda un what’s up, que pa eso está el móvil. ¡Tu hijo está tocándote los huevos! ¡Y encima no tienes autoridad para caparlo!
—Metafóricamente.
—Metafóricamente. Y te recuerdo que no hay que confundir autoridad, hacer crecer, con autoritarismo, excederse.
—No te digo que la ostia esté mal. Te digo que una orden de alejamiento y cosas así tampoco resuelven estas situaciones
—Pues esto será cuestión de modas.
—Y se olvidará en dos días, yo lo veo igual. No le interesa a nadie la educación.
—Hoy no interesa nada que suponga reflexionar más de 17 segundos. Lo leí.
—Hum, es lo mismo que la música. Si una canción dura más de dos minutos y medio y no tiene ya 6 estribillos no gusta.
—¡Ya ves!
Los 40 principales, etc..
—Lo de la música me tiene preocupado. Es un síntoma. Como esta conversación. Me da que no la soportaría nadie.

4 comentarios:

  1. No defiendo el maltrato, pero puede que la madre de Baltimore y el padre español sean de las pocas personas en esta sociedad que se preocupan por la educación de sus hijos.. Y nosotros, muy civilizados, les denunciamos y apelamos no se qué derechos para condenarlos. Desde luego, la gente, Las noticias, se quedan en lo superficial, los hechos. Pero, ¿y qué pasa con el fondo? ¿qué pasa con la educación? Hemos olvidado leer entre líneas...

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    1. Estimada lectora:
      Parece que solo recordamos lo que los medios señalan y ni siquiera ejercitamos eso que se llama cerebro para tratar de entender, mejorar, etc. Pero, claro, cómo vamos a hacerlo si cada vez el sistema educativo carece de materias, disciplinas, que favorezcan usar el raciocinio (Ética, Filosofía...), o les arrancan horas como pétalos inservibles del bello conocimiento humano. ¿Quién soporta 30 segundos sin un móvil en la mano solo con su pensamiento?

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  2. Me ha encantado.
    No he podido evitar soltar más de una carcajada.
    La verdad es que me parece un fenómeno bastante curioso el observar cómo nos posicionamos tan rápido todos sobre unos valores morales respecto a una noticia/suceso sin tener en cuenta muchos de los datos/información necesarios para hacerlo como es debido.

    Juez por naturaleza, verdugo por diversión, el individuo siempre ha intentado imponer su voluntad por encima de la de los demás. Y a veces nos olvidamos de que las circunstancias no son las mismas para todos.

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  3. La noticia y los vídeos han dado la vuelta al mundo y han sacado, al menos, una sonrisa a casi todos. Pero yo quiero mirar el fondo de la noticia: una madre no tiene problemas en darle "una samanta de leñazos" a su díscolo y potencialmente vandálico hijo para evitar que se meta en líos gordos y darle una lección de lo que es la responsabilidad en la vida. Muy bien por la madre.
    Ahora, en España, vendrán los progres del aprendizaje, los garantistas de los derechos, los jueces y abogados por la igualdad, los ....... a replicar por la inconveniencia de esos actos, si nos es la forma de enseñar y trasmitir a los hijos, de los traumas, del ilegal modo de proceder, etc.

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